La semana pasada me ocurrió una de las peores cosas que le puede ocurrir a una madre, tener una emergencia con su hijo, o peor aún con sus dos hijos a la vez (fue mi caso).
A las 2:00am me toca la puerta del cuarto mi madre (Que estaba de visita en Panamá) para decirme que mi hijo de 20 años estaba tirado en el piso sin poder hablar de un dolor muy fuerte. Yo no se como me pude parar, ya que justo hacía 20 minutos me acababa de dormir, por cuidar a mi hijo menor de 5 años, que llevaba desde las 6pm vomitando.
Me cuentan que volé sobre mi esposo que dormía a mi lado y corrí a socorrerlo, confieso que quedé en blanco cuando lo vi en el piso temblando del dolor, no sabía que hacer, que darle, para donde ir. ¡Me sentí impotente! Una mamá que siempre está lista para resolver todo, ahora estaba en blanco y paralizada del miedo. Traté de darle masajes en la espalda y estómago con mis aceites escenciales, le di calmante para los espamos estomácales, pero nada que ver, a los 8 minutos de ver el cuadro decidí que debía buscar ayuda.
Nos vestimos y volamos a una pequeña clínica que está cerca de casa, allí pagamos por una consulta express y una dosis de buscapina intramuscular que no pudo ayudar. ¿Y ahora? le pregunto al Doctor, "Vayanse al hospital, me dijo". Con mi mente confundida pero tratando de pensar claro, coloqué en el Google Maps la ruta para el hospital, el cual había visitado un par de veces, pero esta noche no había chance de perdernos. Manejé a una velocidad que de seguro está prohíbida, me comí varios altos y semáforos en rojo, ¡Necesitaba llegar rápido al hospital! Mi hijo gritaba del dolor y no podía ayudarlo.
Al llegar al Hospital lo atendieron rápido y le colocaron calmantes intravenosos, por fin volvió el color a su rostro ¡Era lo que necesitaba!, y a las pocas horas ya estabamos en casa. Al llegar a casa ( ya había salido el sol) estaba lista para salir de nuevo a sala de emergencias con el otro niño que seguía vomitando, pero como obra de Dios comenzó a mejorar mientras nos alistabamos para salir.
Mi hijo mayor está mejor y en tratamiento, pero debemos hacer algunos estudios para entender que pasó. Mi hijo menor ya está súper bien (fue un virús terrible).
Les cuento toda esta historia de terror, por que mi angustia hubiese sido menor, y mi hijo habría podido calmar su dolor en menos tiempo, si hubiese podido llamar a una ambulancia que viniera a casa a verlo, aplicarle los calmantes y de ser necesario llevarlo al hospital de forma de segura y no como lo hice yo a toda velocidad y de paso con la ropa puesta al revés (me di cuenta al llegar a casa).
Lo peor del caso es que yo sabía que ese servicio existía pero por falta de tiempo no había podido contratarlo. Hoy ya firmé mi contrato y les juro que esto no me pasará nunca más.
En mi país de origen Venezuela, siempre conté con un servicio de atención médica domiciliaria y aquí en Panamá ahora también lo tengo, ellos se llaman Ayuda24
Ayuda24 brinda los siguientes servicios (para niños y adultos) por una cuota muy muy pequeña al mes:
a) Visita médica, consistente en el traslado de un médico al hogar o sitio de trabajo de la persona necesitada, para su atención y evaluación, cuando se presenten molestias, quebrantos o malestares que ameriten una consulta médica en su casa o trabajo.
b) Atención de emergencias, comprende la atención de situaciones de emergencia, producto de accidentes o enfermedades, en el lugar donde se encuentre.
c) Traslados en ambulancia, disponible en los casos que
d) Asistencia al viajero internacional, servicio para empresas aseguradoras, bancos, operadoras de tarjetas de crédito, que mantengan a su personal, clientes y otros relacionados, viajando a nivel mundial.
Los pueden contactar por sus redes
Twitter y Facebook: Ayuda_24 / Instagram: @ServiciosAyuda24
O llamar a los teléfonos +507 209 2124 - 209 2156 y un asesor les visitará en su casa como hicieron conmigo.
Carla Seijas
Blogger, especialista en Lactancia
Mamá de dos.
@madreonfire
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