27 marzo, 2015

Ser mamá luego de 16 años es como tener un bebé en otra vida.

Desde niña siempre tuve algo claro: ¡De grande quería ser doctora y mamá!
Lo de ser Doctora no se dio por que terminé enamorada del derecho y lo de ser mamá se adelantó más de lo pensado. Estaba en 5to año de bachillerato cuando supe que sería mamá, me llené de dudas, miedos, ansiedad, etc… Pero gracias a Dios y al apoyo de nuestra familia, salimos adelante, crecimos y aprendimos juntos.
Mi niño, que ya es un hombre, me enseñó muchas cosas y fue mi fiel compañero, me acompañó a los salones de la universidad, estuvo en mis actos de grados de bachillerato (en la panza), de Abogada y de Postgrado. Pero siempre tuve en mis metas, tener otro hijo.
Quería tener un nuevo esposo, poder sentir lo que era ser mamá en esta nueva etapa, ya más madura y con más estabilidad, pero nunca imaginé lo diferente que sería.
SER MAMÁ EN OTRA VIDA
Así lo puedo describir, así lo siento. El ser mamá luego de 16 años es como tener un bebé en otra vida.
Carla S. con sus hijosCuando mi hijo grande tenía 16 años y 4 meses, nació su hermano Matías, cuyo nombre significa “Regalo de Dios”. Mis hijos se adoran, Matías ve a su hermano como un súper héroe y le encanta entrar a su cuarto y hacer desastres, y mi hijo mayor le enseña muchas cosas, también me regaña y me dice que tenemos a Matías muy consentido, me reclama “A mi no me dejaban hacer esas cosas”.
Yo no siento que todas las cosas “Se Olvidan” cuando pasa tanto tiempo entre un embarazo y otro. Yo sí recordaba muchas cosas y por supuesto otras no, el ser mamá es como manejar bicicleta, no se olvida por que tu instinto te guía.
El ser mamá de nuevo me ha dado la oportunidad de observar y disfrutar cosas que en la primera oportunidad no pude, por inmadurez y por estar enfocada en sacar una carrera y trabajar. También existe mucha más información que antes no tenía, me he informado mucho más sobre la lactancia materna, descubrí el porteo y sus beneficios, hasta tengo un grupo de mamás en Whatsapp que nos apoyamos en caso de “Crisis Maternal”.
También me ha dado la oportunidad de reconciliarme con la maternidad, me he llenado de mucha más paciencia, tengo muy claro que es cierto eso de “El tiempo pasa volando” y “Crecen muy rápido”.
Para mí esta maternidad ha sido más pausada y consciente, siento que es una experiencia que todas las mujeres que han sido madres adolescentes deberían vivir. Me refiero a poder vivir la planificación de un embarazo y vivir eso que yo llamo ” Ser mamá en otra vida”.
Hoy día doy gracias a Dios por darme la oportunidad de ser mamá en dos tiempos, de poder disfrutar a mis hijos, de verlos crecer y de seguro seré abuela antes de los cincuenta, así que tendré la ventaja de disfrutar a mis nietos y seguir cumpliendo mi sueño de ser mamá.

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