Hace poco conversaba con mi hermana, mamá primeriza y
embarazada de 6 meses y me contó que estaba un poco nerviosa porque algunas
veces no sentía a su bebé moverse y me aseguró que ella (Que siempre ha sido la
mujer de hierro) estaba sintiendo miedos que nunca antes había sentido, a lo
que respondí “Es que ser madre es lo más aterrador que te pueda pasar”. Y esto
es así.
Cuando vas a ser
madre te debes preparar para sentir un amor que nunca imaginaste sentir, pero
también para enfrentar miedos que nunca pensaste que existían. En particular
desde que estaba embarazada de mis dos hijos comenzaron mis miedos, miedo a no
sentirlo en mi barriga, miedo a que el econosonograma que me hiciera el doctor
no estuviera bien, miedo a no saber cuidarlo, etc… y ni hablar cuando nacen,
allí sí que entras a la casa del terror, pues esa personita nueva llega a
moverte el piso y a comenzar a cambiar tu vida.
Miedo a que se ahogue durmiendo, miedo a no alimentarlo
correctamente, miedo a que un extraterrestre se lo lleve, es que puedo pasar
horas aquí enumerando mis miedos.
Al final siento que esos miedos son algo que forman parte de
nuestra vida como madres, tal vez es parte de nuestro instinto materno, son
miedos que llegan para ayudarnos a protegerlos hasta con nuestra vida si es
necesario y hay que aceptarlos y aprender a vivir con ellos sin llegar a
convertirnos en madre sobreprotectoras.
No es fácil esto, pero siento que tomando un poco de
conciencia de la realidad de las cosas y entendiendo que algunos miedos son
verdaderos fantasmas que llegan a perturbarnos sin necesidad, pues podemos seguir
criando a nuestros hijos sanos e independientes.
¿Cuéntame cómo manejas tú estos miedos maternos?
No hay comentarios
Publicar un comentario